Como en cualquier país europeo, las listas de los
libros más vendidos en Portugal suelen causar cierta controversia y alguna discusión sobre los gustos literarios del gran público. En nuestro
top anual encontramos desde
best-sellers escritos por estrellas de la televisión a profundos tratados sobre la
relación entre la conciencia y la mente de nuestro Premio Príncipe de Asturias Antonio Damásio, en una divertida mezcla que define nuestra idiosincrasia como pueblo lector.
Porque en los mismos
rankings donde nunca falta la última
novela histórica de la incombustible Isabel Stilwell, se cuelan también libros con las
oraciones de nuestro
sacerdote favorito o las crónicas del mejor columnista de Portugal, el maravilloso
Miguel Esteves Cardoso, cuya obra es una lección de elegancia y sentido de humor que ha inspirado a toda una generación de escritores, humoristas y
bloggers.
Portugal es ese extraordinario país donde las telenovelas compiten en horario de máxima audiencia con programas sobre nuestra literatura. La serie documental “
Herdeiros de Saramago”, emitida por la televisión pública en
prime time, confirmó el interés del público por los escritores y la importancia de los libros para nuestra construcción sentimental. Muchos autores, además, han alcanzado en Portugal cuotas de verdaderas celebridades, como la superventas
Margarida Rebelo Pinto o el multipremiado
Francisco José Viegas, que es lo más parecido a un
influencer literario y cuyas
novelas policiacas arrastran legiones de fans, entre las que me incluyo.
Un libro,
cantaba Caetano Veloso, es un objeto trascendente. Sin embargo, su mecanismo no puede ser más simple, ya que solo necesita ser leído para que funcione. Basta abrirlo y dejar que nos cuente una historia. Quien lo escriba es lo de menos, lo importante es leerlo.